A riesgo de sonar borde, hay momentos en los que, que se te vaya la pinza No es una opción.
Tanto si ya tienes un negocio, como si quieres tenerlo, sabes que esto es una montaña rusa. Tienes subidas, bajadas. Días en los que estás a tope, enchufada y alineada con tu propósito, con tus clientes y tus colaboradores o equipo son tus ángeles salvadores. El feedback es buenísimo, el algoritmo de instagram te ama, peeeeeeeeeeeeeero…
Hay otros, en los que lo mandarías todo a la mierda, despedirías a todo el mundo (clientes «quejicas» incluidos) y te irías a vivir al fondo de un barranco, sin wifi, ni gps para que Hacienda no te persiga.
A ver, R E S P I R A, que he dicho montaña rusa, no ruleta rusa.
Que sí, que te entiendo, que estás sometida a mucha presión. Cada vez tienes más frentes abiertos y parece que todo el que se dirige a ti te trae problema (en lugar de aportar a encontrar soluciones). Ahí, tienes razón.
Pero coño, no puedes permitir que se te vaya la pinza.
[Esto es >> hablar mal a tu equipo, contratar o despedir por arranque, ser reactiva con tus clientes, invertir impulsivamente en una herramienta, empezar una campaña por que «da por ahí»… por ejemplo, te suena algún jefe que se ha ido la pinza delante de ti ¿verdad?]
Mantenerte en equilibrio, es parte de tu trabajo, cuando L I D E R A S un negocio.
Por eso con mis clientas trabajamos mentalidad y estrategia.
Y por eso insisto, para tener resultados sostenidos en el tiempo: el seguimiento y soporte continuo es fundamental (por eso sólo trabajo con un pequeño número de personas cada temporada).
- Abordamos juntas estas situaciones que te desestabilizan en el día a día para que te sientas acompañada y tranquila.
- Podrás aprender a gestionar estas situaciones desde la calma, y ser la líder que has decidido ser (no la jefa «cabrona» desbordada de la que huyes.
- Sabrás reconectar de manera efectiva con tus valores, objetivos y prioridades, para que esas «pequeñas» o «grandes» cosas del día a día, no se hagan una montaña que te impida conseguir los resultados o el estilo de vida que deseas.
Y eso marca la diferencia. Ya no vale ganar dinero a pesar del malestar que puedas sentir.
Apuesto a que quieres capitanear un negocio sostenible, amable y rentable, para ti y para las personas que te rodean. Esto es revolucionario, importante y cambia vidas.
Sueño con más empresas y equipos inspirados por esta forma de liderar y vivir.
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