Imagínate que te sucede algo, a ti, o a los tuyos, un susto, una enfermedad, un fallecimiento, una carta de Hacienda, una relación que se rompe… no sé algo que te suponga un shock!. ¿Te suena escuchar luego estas frases?:
«Quién se esperaba esto»
«Ya que no tienes esto (salud, dinero, amor…), al menos tienes esto otro (…)»
«Ahora tengo que ocuparme de esto, todo lo demás puede esperar»
La primera vez que me sentí así fue cuando perdí a mi primer bebé. Todo seguía su inercia habitual, iba siempre con esa sensación de no me da la vida, yo tengo que hacerlo todo, y tengo que hacerlo yo, y tengo que hacerlo perfecto, menos no vale.
Y de repente… el impacto.
Y después del impacto… la claridad, (diría incluso la supervivencia), después sólo podía hacer una cosa, recuperarme, lo demás poco a poco. Esto es para mí, la claridad del impacto, señoras.
Cuando pude entenderlo con la distancia emocional que da el paso del tiempo pensé, qué pasaría si consiguiera esta claridad evitando el impacto. Maravilla.
No sé si será posible. Los impactos de la vida, son necesarios, gracias a ellos crecemos, maduramos y evolucionamos, lo que sí es posible para mí es aprender a utilizarlos a mi favor, por ejemplo para regular mi ansiedad o mi pensamientos de anticipación.
Pues esta semana he buscado activamente la claridad del impacto. He tenido a mis dos peques malitos, la típica infección leve con mocos y malestar, que no es grave, pero se van a acumulando las noches sin dormir, el «no me quiero poner el líquido de la nariz» (suero fisiológico), el «no quiero el jarabe«, y el «solo mami«… bueno, seguro que me entiendes.
Te dejo el ejercicio que yo hago (con mi ejemplo) por si te sirve
1. Observa tu emoción y mi pensamientos.
Me siento inquieta, nerviosa, frustrada, cansada, tensa, y repaso mentalmente mis pendientes, llamadas que tengo que hacer, emails por contestar, tareas y proyectos por terminar… malestar porque no estoy haciendo lo que debería, cuestiono mi competencia profesional, me siento un fraude… y así en bucle.
2. Observa el contexto de la situación.
Estamos a unos días del «parón» navideño, y hay cosas que dejar cerradas en estos días. Autogestiono mi negocio y todo «depende de mi», y quiero que todo esté perfecto, en tiempo y forma.
3. Cuál podría ser el escenario del impacto y cuál es la situación actual (real) y alternativas posibles.
Impacto sería que tuviésemos en la familia alguna situación de enfermedad grave, lo que supondría un auténtico frenazo en mi dinámica de trabajo y en mi vida. La situación real es que me esperan unos días a medio gas, y lo tengo que aceptar. Los peques mejorarán en unos días, y todo volverá a la situación habitual. Todo lo que está pendiente de entrega, va bien, (yo insisto en entregarlo siempre 1 o 2 días antes de la fecha pactada), no hay trabajo retrasado. Me ha tocado priorizar y lo he hecho.
He atendido a mis clientas de continuidad, he dado soporte a mis clientas de consultoría y poco más…No he podido redactar emails o subir post a Instagram o estar pendiente de WhatsApp… pues ya lo siento (si te tengo algo pendiente escríbeme otra vez que me estoy poniendo al día), pero a veces no llegamos a todo, y está bien, a todas nos pasa. Sin embargo, ¿es esto lo único que puedo hacer? NO. Es una de las opciones, puedo irme a trabajar fuera de casa, dejar a los peques unas horas con los abuelos, y estarían igual de bien,… en definitiva, ¿te cuesta encontrar alternativas?
Es por cosas como esta, que soy muy pesada con mis clientas insistiendo en que es importante que encuentres tu forma de hacer las cosas, esa forma con la que sientes que fluyes y es para ti fácil y sencillo (aunque no siempre es la forma que desearías).
No puedo terminar este ejercicio sin conectar con el agradecimiento, ¿Qué te agradeces? ¿Qué agradeces a otros, a la vida, al universo…?
Yo te agradezco profundamente que estés aquí,
Te mando un fuerte abrazo, Casi ❤
Si quieres recibir estos emails directamente en tu bandeja de entrada, únete a mi lista aquí.