LLevo varios meses trabajando con Casandra mi mentalidad emprendedora.
¿Porqué? Porque saberme capaz de lograr cualquier cosa que me proponga me ha mantenido y mantiene en una evolución y crecimiento constantes como empresaria.
¿Qué pasa? Revoltura el entrar en conflicto de valores. Nunca he dudado de lo más importante para mí, mis hijos, pero he de reconocer que no siempre he actuado alineada a ello.
Por eso nunca es tarde para pedir ayuda o tomar decisiones. Los cambios siempre son para mejor. Salir de la zona de confort, del ideal, de la fantasía, es bien.
Gracias Casandra por ayudarme, guiarme y acompañarme a vivir este presente con mis cachorritos con la calma que merecemos. Contigo descubrí que no siempre se tata de renunciar, sino de formar equipo, saber comunicar y aceptar mis nuevos roles como líder.